
20 Feb Comer productos de temporada
Vas a comprar y encuentras frutas y verduras perfectas y brillantes. Eliges, pagas y, al llegar a casa, descubres que apenas tienen sabor. Los tomates que no saben a tomate son una realidad en nuestro día a día. Pero, ¿por qué ocurre esto? En gran medida porque queremos comer de todo durante todo el año, y eso es, sino imposible, difícil y caro.
Los animales y las plantas tienen diferentes ciclos de vida según el tipo y la especie, pero para todos la temperatura y la luz son muy importantes y marcan su desarrollo. Por eso apenas encontramos mandarinas en verano o sandías en invierno. Haberlas, haylas… pero, ¿a qué precio y con qué sabor?
Es cierto que cada vez se cultiva más en invernaderos y se importan más productos de otros países y otros climas, pero lo natural es comer cada producto cuando toca. No sólo porque lo encontraremos en óptimas condiciones de sabor, aroma y textura, sino porque será más saludable, más barato y más ecológico. Comiendo productos de temporada estaremos contribuyendo a cuidar el planeta que, no olvidemos, heredarán nuestros hijos.
Un producto de temporada siempre tiene más sabor porque se recoge en el momento óptimo de maduración y apenas viaja para llegar a su destino. Así, su precio es menor, al ahorrar costes de almacenamiento y transporte; lo que a su vez evita embalajes y emisiones de CO2, siendo también sostenible. Además, ayuda a mantener el empleo cercano, tanto de agricultores y ganaderos, como en los pequeños comercios y mercados, como el nuestro en el barrio de la albuera.
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